Neutra en carbono desde 2015
Para contribuir sin demora a la estabilización del clima, hemos decidido convertirnos en una empresa neutra en carbono a partir de 2021. Conscientes de la emergencia climática, también hemos querido compensar nuestras emisiones de carbono históricas desde 2015.
Todo el equipo de Hardloop asume con gran entusiasmo y humildad este nuevo estatus, que consideramos como un punto de partida, no de llegada. ¡Descubre en esta página nuestro enfoque para alcanzar la neutralidad climática!
¿Por qué es importante convertirse en neutro en carbono?
Respetar el Acuerdo de París: El Acuerdo de París sobre el Clima (COP21), dispuesto para la firma el 22 de abril de 2016 —Día de la Tierra—, marcó como objetivo la neutralidad climática de la economía mundial a partir de 2050. Actualmente ratificado por más de 180 países, tiene como objetivo limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, reduciendo la sobreproducción de CO2 (dióxido de carbono).
Limitar el calentamiento climático: La sobreproducción de CO2 (dióxido de carbono) ligada a nuestros patrones de producción y consumo es en gran parte responsable del calentamiento climático. Este calentamiento altera la vida en la Tierra y provoca múltiples catástrofes climáticas: sequías, inundaciones, ciclones, deshielo de glaciares, extinción de especies animales...
El efecto invernadero es un fenómeno natural e indispensable para la vida en la Tierra. Sin el efecto invernadero, la temperatura de nuestro planeta sería de -18 °C, frente a la media actual de 15 °C. La Tierra recibe la energía procedente del sol en forma de radiación. Los rayos del sol atraviesan la atmósfera, que está compuesta de gases, y llegan a la superficie de la Tierra. El aire, los océanos y los suelos absorben la energía de estos rayos. La energía absorbida se restituye en forma de calor, es decir, rayos infrarrojos. Los gases de efecto invernadero (entre ellos, el CO2) retienen y devuelven estos infrarrojos hacia la superficie de la Tierra. Este fenómeno contribuye a calentar el planeta de forma natural. Sin embargo, la sobreproducción de gases de efecto invernadero y, en particular, de CO2 emitidos por las actividades humanas está provocando una alteración del clima.
Según el Boletín anual de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), agencia de la ONU, «La última vez que la Tierra experimentó un nivel de CO2 comparable (es decir, superior a 400 ppm) fue hace entre tres y cinco millones de años: la temperatura era de 2 a 3 °C más alta y el nivel del mar era de 10 a 20 metros superior al actual». Es imprescindible actuar sin demora.
«Nuestros niños tienen que poder disfrutar del placer de caminar, correr, deslizarse, trepar y explorar un planeta sano. Por eso hemos decidido no esperar y convertirnos rápidamente en neutros en carbono». Julien JEREMIE - cofundador de Hardloop
¿Cómo se ha convertido Hardloop en neutra en carbono?
Paso 1: Medir nuestras emisiones
Para conseguir la neutralidad climática, primero calculamos nuestra Huella de Carbono en colaboración con ClimatePartner (agente independiente especializado en la protección del clima). Para empezar, tuvimos en cuenta nuestras emisiones directas (vinculadas a la calefacción, alcance 1) y las emisiones indirectas de la energía comprada (electricidad, alcance 2). Luego añadimos las emisiones indirectas sobre las que tenemos menos control inmediato (alcance 3). Además de las emisiones habituales de alcance 3 (desplazamientos profesionales, uso de servidores, teletrabajo, etc.), también se calcularon y tuvieron en cuenta las emisiones relacionadas con los productos (embalaje y entrega a los clientes).
La contabilización de nuestras emisiones de carbono se ha llevado a cabo sobre la base del GreenHouse Gas Protocol.
Más información sobre ClimatePartner
Paso 2: Reducir nuestras emisiones
Para alcanzar el objetivo de la COP21 y conseguir un mundo climáticamente neutro, es imprescindible que reduzcamos nuestras emisiones colectivamente. Por eso multiplicamos las iniciativas para reducir nuestras emisiones: ir en bicicleta, elegir una energía verde, reciclar o reutilizar las cajas, generalizar el teletrabajo, un catálogo que ofrece un 15 % de productos ecodiseñados y un 90 % de aquí a 2023... ¡Y esto es solo el principio! Sin embargo, a pesar de nuestros esfuerzos, todavía subsiste una serie de emisiones vinculadas a nuestra actividad que aún no hemos conseguido reducir a cero. Así pues, tenemos que compensarlas para que sean climáticamente neutras.
Más información sobre nuestras acciones a favor del medio ambiente
Paso 3: Compensar nuestras emisiones de CO2
Una vez en posesión de nuestra Huella de Carbono, para compensar nuestras emisiones buscamos proyectos que contribuyeran a reducir la cantidad de CO2 en la atmósfera y así proteger el clima. Como agente comprometido desde nuestro lanzamiento a través de nuestras acciones de reciclaje y plantación de árboles, decidimos de forma natural respaldar 3 proyectos como continuidad de nuestras acciones para compensar nuestras emisiones de CO2:
¿Qué significa que una empresa sea neutra en carbono?
Se clasifican como neutras en carbono las empresas cuyas emisiones de CO2 se han calculado y compensado mediante contribuciones a proyectos de protección climática con reconocimiento internacional. La compensación de las emisiones de CO2, que interviene después de la prevención y la reducción, constituye un paso clave en cualquier proceso global de protección del clima.
Los gases de efecto invernadero (GEI), como el CO2, se distribuyen uniformemente en la atmósfera, de modo que su concentración es aproximadamente idéntica en todo el planeta. Por tanto, el lugar donde se generen o eliminen las emisiones es irrelevante para la concentración de GEI y el efecto invernadero global.
En consecuencia, las emisiones que no pueden evitarse a nivel local pueden compensarse con proyectos de protección del clima ubicados en un lugar distinto.
¿Qué es un proyecto de protección climática?
Los proyectos de protección climática desempeñan un papel decisivo en la lucha contra el calentamiento global, ya que permiten reducir los gases de efecto invernadero según un proceso certificado. Estos proyectos pueden abordar la protección de los bosques, la reforestación o el desarrollo de energías renovables. Además, contribuyen al desarrollo sostenible de los países donde se implantan, por ejemplo, mejorando el suministro de agua potable salubre o desarrollando las infraestructuras locales, creando puestos de trabajo o preservando la biodiversidad.
Para medir estos efectos positivos, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por la ONU constituyen un instrumento reconocido internacionalmente. Abarcan diferentes aspectos, que van desde la eliminación de la pobreza y el hambre, el acceso a la educación y el empleo hasta el desarrollo de energías limpias y accesibles para todos.
Los proyectos de protección climática seleccionados deben ser conformes a los estándares reconocidas internacionalmente y, por tanto, son objeto de certificación y verificaciones según los estrictos criterios de normas tales como el «Gold Standard» o «Verified Carbon Standard» (VCS). Así se puede garantizar y verificar regularmente que los proyectos responden bien a los objetivos de protección climática. Uno de los principales requisitos es que los proyectos sean realmente medidas adicionales y que su contribución a la reducción de CO2 en la atmósfera pueda medirse.
Para que un proyecto sea reconocido como proyecto de protección del clima, deben cumplirse los siguientes criterios:
Adicionalidad: Solo son elegibles los proyectos que dependen de una ayuda financiera adicional. Por lo tanto, el proyecto debe ser posible únicamente gracias a la contraprestación recibida a cambio de la reducción de CO2. El proyecto debe financiarse íntegramente con la venta de cuotas de emisión y debe demostrarse la ausencia de otras posibilidades de financiación. Los proyectos cuya rentabilidad económica esté garantizada y podrían llevarse a cabo igualmente sin estos ingresos no respetan este criterio y, por tanto, no pueden utilizarse para compensar las emisiones de CO2.
Exclusión del doble cómputo: La reducción del CO2 debe tenerse en cuenta una sola vez y no debe haberse contabilizado ya en otro lugar. El responsable del proyecto debe garantizarlo. Por ejemplo, una central solar que produzca electricidad ecológica no puede incluirse en el marco de un proyecto de protección climática, ya que la electricidad producida a partir de energías renovables ya se contabiliza en los objetivos nacionales de reducción de emisiones en Alemania.
Permanencia: Las reducciones de emisiones deben tener una duración mínima. Este criterio es especialmente importante para los proyectos de reforestación y protección de los bosques: el responsable del proyecto debe garantizar que las superficies afectadas se conservarán durante varias décadas. Los bosques destinados a la tala y reconvertidos en pastos a corto plazo no pueden incluirse en un proyecto de protección climática.
Verificación por parte de auditores independientes: Los proyectos de protección del clima deben ser objeto de una auditoría regular sobre todos los criterios anteriores, efectuada por terceros independientes, como el TÜV, PwC o SGS. Los auditores verifican que se respeten los estándares y cuantifican a posteriori la reducción de CO2 efectiva. En consecuencia, se elaboran regularmente informes de progreso sobre los proyectos.
«Somos plenamente conscientes de que esto no es suficiente y de que estamos lejos de ser perfectos. A tu lado y junto con nuestros socios, aún nos quedan muchos caminos por recorrer. Pero estamos seguros de que vamos en la dirección correcta... Debemos todos consumir menos, ¡pero mejor!» Guillaume RICHARD - cofundador de Hardloop